Tuesday, February 23, 2010

LA DETENCIÓN DEL MULÁ BARADAR

EL LÍDER TALIBAN ENCARCELADO ES TODAVIA UN RECURSO PAKISTANÍ

Por: Gareth Porter

Contrario a las sugerencias iniciales de los Estados Unidos que indican que el apoyo Pakistaní para el Talibán se ha reducido, la detención del Mulá Abdul Ghani Baradar, el líder de operaciones del Talibán Afgano, representa un vuelco de parte de Pakistán para dar un apoyo más abierto para el Talibán con miras a un arreglo de paz y el retiro de los Estados Unidos.

Las declaraciones de los funcionarios Pakistaníes a los periodistas antes de su captura indican que la decisión de poner a Baradar bajo custodia tiene el propósito de asegurar que el papel del Talibán en las negociaciones sirva a los intereses Pakistaníes. También sugieren que los jefes militares Pakistaníes ven a Baradar más bien como un recurso en esas negociaciones que un adversario al que se tenga que eliminar del conflicto.

El Pakistán ha visto desde hace mucho tiempo al poder militar y político del Talibán como el principal recursto estratégico de Pakistán para contrarrestar la influencia Hindú en Afganistán, que sigue siendo su principal preocupación en el conflicto.

El reporte del New York Times que dio a conocer la historia del arresto de Baradar el martes citó afirmaciones de funcionarios anónimos de los Estados Unidos de que los Pakistaníes “podrían, finalmente, comenzar a distanciarse del Talibán”. Pero una historia del Times desde Islamabad al día siguiente reveló que el cuento de los Estados Unidos sobre el arresto había sido muy engañoso.

La historia del miércoles citó a un alto oficial Pakistaní de Inteligencia diciendo en una entrevista tres semanas antes que los Estados Unidos habían tratado de evitar que Pakistán negociara directamente con el Talibán, aún cuando los mismos Estados Unidos y el gobierno de Afganistán se estaban acercando al liderazgo insurgente para conversaciones de paz.

“No puedes andar diciendo que somos aliados importantes y luego te pones a negociar con gente que te anda cazando y no nos incluyes” dijo el oficial.

La historia citó al oficial diciendo: “Andamos detrás del Mulá Baradar. Creemos fuertemente que los Estadounidenses ya están en contacto con él, con la gente cercana a él”.

Ese fue un claro indicio de que el Pakistán vio el interés de la CIA en capturar a Baradar por estar relacionado a la influencia Estadounidense sobre las negociaciones de paz.

A pesar de la manifiesta cercana cooperación entre la CIA y su contraparte Pakistaní, el Directorado de Inteligencia de Inter-Servicios (ISI) contra los militantes Islámicos en Pakistán, los oficiales de la ISI le tienen una profunda desconfianza a la CIA, como lo señaló el periodista Pakistaní Ahmed Rashid en un artículo en la Sección de Crítica de Libros de Nueva York publicado este mes.

Rashid escribió que los Pakistaníes habían insistido a los Estados Unidos que todas las negociaciones de paz en Afganistán deberían ser canalizadas a través de la ISI. Los Pakistaníes también querían que todos los contactos con el Talibán por otras partes, incluyendo a la CIA, se detuvieran.

Un reporte del 2 de Febrero de la Deutsche Presse-Agentur (DPA-Prensa Alemana) citó a un diplomático Pakistaní, sin dar su nombre, afirmando que los Estados Unidos y el gobierno Afgano “le habían dado un papel principal” en las conversaciones de paz. En el contexto de otras declaraciones Pakistaníes indicando lo contrario, esa afirmación fue un claro indicio de que Pakistán trataba de actuar unilateralmente en desafío a los deseos de los Estados Unidos al reclamar un papel principal.

El diplomático reveló que Pakistán ansía que comiencen las negociaciones de paz con el Talibán, contrario a la posición del gobierno de Barack Obama de que el Talibán debe anunciar primero que ha cortado sus lazos con alQaida. Dijo que Pakistán quería “algún tipo de proceso que debe comenzar ya y tomar forma en una realidad ante el planeado retiro de los Estados Unidos a mediados del año próximo”.

Esa fue una muy clara indicación de que el Pakistán no espera que el aumento de tropas Estadounidenses en Afganistán pueda alterar el balance de poder entre el Talibán y el gobierno Afgano.

El diplomático no identificado dijo que Pakistán saldría con sus propias propuestas de negociación “y establecería contacto inicial con el Talibán y otros grupos militantes”.

Aún más revelador, dijo el funcionario Pakistaní que: “Sí, tenemos una considerable influencia sobre el Talibán” dijo. “Y jugaremos nuestro papel para asegurar la paz en Afganistán”.

Esa fue la primera vez que un funcionario Pakistaní había reconocido explícitamente que el Pakistán tiene tal influencia sobre los líderes Talibán.

En el artículo de la Sección de Crítica de Libros de Nueva York, Rashid escribió que Pakistán ya no niega su relación especial con el Talibán después de nueve años de haberlo estado haciendo. Sugirió que la idea de que Pakistán le “haga al anfitrión” al Talibán en conjunto con las negociaciones de paz ya no estaba en duda.

Cinco días después de la entrevista de DPA con el diplomático Pakistaní, los Pakistaníes tomaron bajo su custodia al Mulá Baradar.

Rashid interpreta esa acción de Pakistán como la culminación lógica de la decisión de política que había reportado anteriormente. Dijo a la Radio Europa Libre que él esperaba que Baradar fuese tratado como “huésped” no como prisionero y sería usado para “iniciar un tipo de negociaciones” involucrando a la jefatura Talibán, a los Afganos y a los Estados Unidos.

Kamran Bokhari, director de Análisis del Medio Oriente para Stratford, una firma privada de análisis estratégicos, sugirió que los Pakistaníes pudieran necesitar en realidad tratar a Baradar como huésped en lugar de un prisionero convencional. “No estoy seguro si este es un arresto en el sentido acostumbrado de la palabra o una tapadera para la labor Pakistaní de afirmar su influencia sobre Baradar”, dijo Bokhari a la IPS.

Bokhari que ha mantenido contactos con los funcionarios de la Inteligencia Pakistaní, dijo que él “no descartaría” la posibilidad de que a Baradar se le permita participar en las negociaciones mientras se encuentra bajo la custodia Pakistaní.

Los funcionarios Estadounidenses pintaron la detención de Baradar, como resultado de “una operación conjunta secreta” involucrando a la CIA y a la ISI y un alto funcionario Pakistaní fue citado por la revista Time diciendo que la CIA había identificado el “área general” de Karachi en la que Baradar fue ubicado.

Pero Rick “Ozzie” Nelson que fue parte del staff del Directorado de Planeación Operacional Estratégico del Centro de Contra-Terrorismo desde 2005 hasta 2007, le dijo a la IPS que Baradar no pudo haber sido capturado sin la decisión de la ISI, que estaba en el interés de Pakistán hacerlo así. “Podría decirse que la ISI pudo haber recogido a Baradar en cualquier punto” dijo Nelson.

Los funcionarios Estadounidenses desde hace tiempo han dicho que la ISI conoce la ubicación de los jefes Talibán en el Pakistán.

Baradar está muy familiarizado con los oficiales de la ISI, con quienes ha estado en contacto por años. Eso sugiere que el interrogatorio de Baradar por parte de la ISI esté siendo, probablemente, controlado con mucho cuidado por la ISI para asegurarse de que no produzca ninguna información que pudiera dañar al Talibán.

James Phillips de la Fundación Heritage dijo al USA Today, el martes que es “muy posible” que los Pakistaníes “puedan estar limitando la información extraída a Baradar, con el fin de evitar la publicación de la información que los pudiera dañar”.

La ABC citó a un oficial Estadounidense el martes diciendo que Baradar “no está cooperando mucho con las autoridades y que no han obtenido nada procesable de él”.

La posición oficial Estadounidense, repetida el miércoles por el Representante Especial, Richard Holbrooke, es que la jefatura Talibán no ha mostrado interés alguno en las negociaciones.

Pero Rashid dijo que Baradar no solo se reunió con los funcionarios Afganos y Sauditas a principios de 2009, sino que autorizó a subordinados a llevar a cabo negociaciones con Ahmed Wali Karzai, el medio hermano del Presidente Afgano Hamid Karzai, en el sur de Afganistán.

El ex Ministro Talibán del Exterior Wakil Ahmed Mutawakil insistió en una entrevista con la IPS el mes pasado que el Mulá Omar es todavía el jefe Talibán que “toma las decisiones” y que Baradar sólo sigue órdenes”.

La acción Pakistaní para tomar el control de Baradar parece ser la segunda demostración importante del desafío Pakistaní a la política Estadounidense en Afganistán en los dos últimos meses.

En diciembre pasado, la administración de Obama metió fuerte presión a los líderes Pakistaníes para que tomaran medidas duras contra Siraj Haggani, el alto líder insurgente en el oriente de Afganistán que opera desde un santuario en Waziristán del Norte de Pakistán y es conocido como un activo de hace tiempo de la ISI.

Los líderes Pakistaníes reaccionaron a la presión con “silencio público y furia privada” según un reporte de fecha 14 de diciembre del New York Times.

Gareth Porter es historiador y periodista investigador para la Inter-Press Service que se especializa en la política de seguridad nacional de los Estados Unidos. La edición rústica de su más reciente libro “Los Peligros de Dominar: La Inequidad del Poder y el Camino Hacia la Guerra en Vietnam” fue publicado en 2006-.
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Nota:
Traducción del Inglés al Español de su servidora y tomado del sitio Counterpunch.org, el link al artículo original esta aquí.

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